por Ing. Juan Carlos López - Gerente de ProyectoMiércoles, 7 de noviembre de 2018
La protección contra incendios en museos y sitios históricos presenta grandes desafíos debido al valor tanto de los objetos que allí se resguardan como de los propios inmuebles. Por tanto, ante este caso de siniestros, la solución óptima debe asegurar la detección y extinción oportuna de cualquier incendio sin causar daños a objetos o bienes que pueden ser irrecuperables.
Sin embargo, en diversas ocasiones no se lleva a cabo la solución mencionada y, como resultado de malas prácticas, se da lugar a desastres materiales y humanos de diferentes niveles. El pasado 2 de septiembre, un enorme incendio afectó el Museo Nacional de Brasil, en Río de Janeiro, el cual albergaba una de las colecciones de antropología e historia natural más grandes de la región, que contaba con más de 20 millones de artículos de diferentes periodos de la historia de Brasil y del mundo. El evento fue calificado como: “Una catástrofe para la historia y la cultura brasileña y del continente”.
Los primeros testimonios de quienes trabajaban en este museo apuntan a que más de un empleado ya había expresado su preocupación por la falta de fondos y el ruinoso estado de las instalaciones. Por su parte, el ministro brasileño de cultura, Sérgio Sá Leitão, describió el desastre como “una tragedia inconmensurable” que “podía haberse evitado”.
En LOGEN reconocemos el peligro que representa el no contar en este tipo de inmuebles con un sistema eficaz para la supresión de fuego. Es por eso que, en los proyectos de este tipo, sensibilizamos a los responsables respecto al valor incalculable de los elementos a proteger.
Tal fue el caso del Museo Amparo, en Puebla, en el que se nos asignó la instalación de un sistema a base de gas NOVEC para proteger todo el edificio contra incendios. Debido a que se trata de un fluido que no daña el medio ambiente, el gas NOVEC ha reemplazado al gas halon 1301 (conocido fluoro-carbono) como agente gaseoso de extinción de incendios, en especial durante situaciones en las que el uso de agua puede dañar equipos electrónicos, museos, bancos u hospitales. Esto en concordancia con la actual legislación que prohíbe el uso de esos agentes químicos y en pro del cuidado ambiental, pues desde 1986 se limitó el uso de fluoro-carbonos y clorofluoro-carbonos que dañan la capa superior de ozono.
En el 2011 se inició la remodelación de todo el edificio que albergaba al museo para darle un estilo arquitectónico contemporáneo, con amplios y funcionales espacios de exhibición. Desde el diseño hasta la implementación del Sistema de Protección Contra Incendios, en LOGEN se cuidó cada detalle para que éste funcionara de forma óptima, protegiendo también al inmueble y a sus elementos arquitectónicos.
Con un amplio estudio de los diseños de las salas, se presentó la propuesta de ubicación de tanques contenedores del agente NOVEC y la trayectoria de tubería con base en cálculos realizados por el personal técnico certificado de LOGEN.
En total 49 tanques de distintas capacidades (desde 150 Lb hasta 1000 Lb) fueron instalados para brindar una protección automática a las 31 zonas de riesgo en las distintas salas de exhibición del Museo Amparo en caso de algún connato de incendio.
Para la buena culminación de este proyecto significaron una gran ventaja tanto la coordinación con las distintas disciplinas clave para el éxito de la instalación, como la experiencia de LOGEN en el diseño e implementación de este tipo de sistemas.
Por supuesto, fue también determinante el gran interés de los administradores de este espacio por proteger el patrimonio histórico y cultural de todos los elementos del museo, incluyendo el inmueble.
Una vez más, LOGEN deja un importante antecedente al contribuir en la protección contra incendios, lo que puede evitar tragedias como la sucedida en Río de Janeiro.
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